SONETO DE CONFÍN
Renovado
en el nombre y en las cosas
Alojado en inicio que es comienzo:
Recurre el
tiempo, repara, torna intenso
Al ancho
anhelo, y al alma, prodigiosa.
La pena,
evanescente, se me olvida
En el
confín del pecho, amortiguada
Y en nacer
otra vez voy empeñada
Hecho
promesa el ciclo de la vida
Hasta las
piedras cantan sin desvelo:
Son los
cantos rodados, esas rosas
Dadas a
florecer en este suelo
Recurre el
tiempo y el año ya reposa
Confinado
y liberto, toma vuelo
Es límite
y es causa, milagrosa.
TÉRMINOS
Palpaciones del aire; que se afine
La espesura tocada cual objeto
De negocio, membranas y sujetos
Caen al intersticio. Los confines
Agitan su medida nunca estable
Ora por tiempo y magnitud, demora
En el vacío, trama cada hora
Labilidad y entraña saludables
Soberanía apenas conquistada
Sobre
número y manías literales,
El timbre, el tono, soles siderales
Fechan la defunción acelerada:
Desnudan de sus ritos funerales
al nacer y al morir, actos carnales.
CERTEZA SENSIBLE
(Phänomenologie des Geistes „Die
sinnliche Gewißheit“),
El filósofo en Jena ya lo dijo
al hacer del espíritu el libreto
para tiempos ambiguos y discretos
insustanciales y sin locus fijo:
el ahora, y el ya, y
el todavía
discurren en inciertos derroteros
suspendidos y móviles, senderos
sensibles de fenomenología.
Instantes necesarios, contingentes
soplos de vida y muerte:
consignadas
peripecias del ser llevan atadas
y acuerdo con el cuerpo y con la
mente.
siempre es aún ahora, no llegada
de un final ni un comienzo: todo
es nada.
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