lunes, 14 de enero de 2013

HORACIO PRELER (LA PLATA,PCIA DE BUENOS AIRES,1929)



V

Ahora vivimos otras vidas,
la nuestra ha terminado como termina un cuento.
El recuerdo se sitúa
en el velo desteñido del pasado
y hurgamos en la soledad
para encontrar refugio.
Entonces las palabras descienden hacia lo oscuro.
pero allí no hay nada.




VII

Algunas veces en el teléfono dicen que he muerto.
En el silencio adopto el cuerpo que encontré
agujereado en la última vértebra.
después llegó el olvido
y la sangre contrahecha arrasó con la culpa.
El árbol ha florecido otra vez
y en las mañanas,
con los ojos sacudiendo el asombro,
he visto colgando de un árbol
todo lo que soñaba.


XV

Siempre hay que secar el patio
después que llueve.
No importa que luego
llueva otra vez,
no importa que una tormenta
destruya nuestros bienes
y que la angustia
nos roa desde adentro,
o nuestras fuerzas
ya no sean las mismas.
Siempre hay que secar el patio
después que llueve.


de La vida se interroga,Ediciones al margen,La Plata,Provincia de Buenos Aires,2012

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