viernes, 31 de diciembre de 2010

ARMANDO RAÚL SANTILLÁN (ESPERANZA,PROVINCIA DE SANTA FE,1935)




UN CORAZÓN AUN EN SU PEQUEÑEZ


Un corazón aun en su pequeñez
puede ser el mundo del otro.
La tarde sigue con gesto ineludible.
Contra el fin del día
la vejez no aminora la marcha.
Vibraciones de bosques
en la proximidad de lo extraño.




de la pasión según Santillán,Editorial El Hombre y su Contorno,Rosario,1999

lunes, 27 de diciembre de 2010

FABIÁN HERRERO (SANTA FE,1965)





DÍAS OÍDOS

Mirás por la ventana.
¿Mirás hacia el pasado
o hacia la calle?
Las olas
del pasado vuelven a vestirte
de ceniza. Juegan,
juegan con vos.
Fantasmas que dan vueltas,
que tuercen las palabras,
en silencio,silencio
por todas partes.
Y una vez más 
no sabés si ese silencio
viene del pasado
o del mundo.Porque
el silencio del mundo es el grito
del mundo.

Y volvés a esperar,bajo
ese sol,tocando,
levemente,
nuestros cuerpos desnudos,
otras,otras palabras
del mundo.

Andás.Mirás todos esos caminos
abiertos en tu mente.
Te gustaría
que la luz dorando el aire
nos dejara,
de algún modo,
su esperanza escrita
sobre la frente.

Un hombre solo entristece la calle,
la ciudad.Otro hombre
que desde aquí
no se ve,canta,
canta en plena noche
hasta encender una luna detrás
de un montón de casas.

Son un montón de casa frente a la luna.
Una luna suave
y unas casas tan cercanas a la Tierra
del Viento.

Dulcemente los árboles
cargados de verdes hojas
contemplan los autos semivacíos,
las calles mojadas donde
querés
quizás querés recordar
tu rostro en la dicha
de la luz...
y dejar que pase sobre el cielo...
mientras estamos desiertos...

Mirás
la boca pintada de la nube
de julio,inmensa,
junto al espejo de frío.

Querés hundir el rostros en un claro
de nubes,quizás
querés recordarte desde una lejana
altura...

Y pensás,estás pensando
que es el momento de entrar
en las cosas más pequeñas
que viven en el aire humano
y no humano que nos unifica
y nos sostiene
como un suspiro.

Sí,debería
deshacerse el humo
del estúpido orgullo
como permanentemente,

en el verde
de su abundancia se desvanece
el presente,

el presente
que desgarrar las nubes que alto
retienen el rostro de las pequeñas cosas,

y te asomás al cielo
que lanza el deseo donde vivís
supremamente
el presente,delicia
de encendernos en un viento
cargado de voces
cargado de risas.

Como un suspiro
de la tierra,respirás,

respiras sentado
en tu cielo.

¿Rercordás?
Un silencio descansa
en tu cuerpo,que ayer
o antes de ayer casi confundías
con la primavera.

Sí,alejáte
del presente
cuando es un día
de brillantes miedos.

Como un suspiro de la tierra
la boca pintada de la luna
ahora te llega 
a la sangre,

y siempre,y sin cesar
caminás,caminás por el mundo
inalcanzable...

Pero ¿cómo podés caminar
aquí

con tantas cosas
arriba
ahí
sobre la superficie,cómo
podés caminar
si hay un mar
de melancolía debajo
de la superficie?

¿Y más
mirás?
Y mirás el tiempo, mirás su lastimosa
sensación de soledad.
Lo mirás todo, ahora que te has vuelto,
aquí,a conversar con amigos,rodeados
de gestos,de queridas palabras.
Pero algo te atormenta,
y de ninguna manera podés dejar
de preguntar.

¿También estoy yo
detrás del grito que sobre mí
se desploma?

¿Soy yo o es el mundo?

El agua que llora en interminables túneles.


de En el barco de la noche.ediciones delanada,Santa Fe,2002

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CLAUDIO SESÍN (1959,VILLA DOLORES,VALLE VIEJO,CATAMARCA)



En la niebla


Me abrigo de esta noche y su consuelo,
porque los hombres van desesperados,
a quién sabe qué oscuras soledades,
donde nadie los ve ni los espera.
No hay espejos de pérdidas,ni ausencias.
Los años silenciaron los afectos
y sólo va quedando esta angustia sin cauce,
como un cáliz de sal por los ojos desiertos.
¡Ya no podré arrastrar este equipaje!
El andén es un páramo secreto
a donde acuden aciertos y requiebros.
En esta terminal,
mudo de tanto adiós a lo querido,
ciego de no ver más ni imaginarlo,
me apasionó el amor y me rozó la niebla.
A mis deudos de sombras
acompaña la brisa
en sus pañuelos.



Desconcierto
a Mónica


Yo creo que es así.
Digo,
porque sentir es algo de todo esto,
que va quedando en mí cuando la espera,
y me voy sin un fin a cualquier hora,
y vuelvo sin saber,acontecido.



Renacimientos


La mente está cruzando la frontera.
Después de la sequía la lluvia es tan hermosa
y el agua por el rostro
va marcando los surcos de la pequeña historia.
La vida ha sido buena.He amado en las tormentas
y he llorado sin mar y sin medida,
y cada vez igual y siempre nuevo.


de,El signo del crepúsculo,Editorial Dunken,Buenos Aires,2006

lunes, 22 de noviembre de 2010

RAÚL VERA OCAMPO ( LA RIOJA,1935)




VERSIÓN ACTUAL DEL EVANGELIO


Los leones no comen carne
de mártir,pasó el tiempo
designado por el signo para vivir
o morir por él sin tener pies
donde estar parados o aferrarse
a un clavo,madero incólume
que limpiaba el mundo
de sus enmohecidas quejumbres
pasó aquel tiempo viste
y nadie te siguió educando allá
en el templo madre de una duda
valedera,motor
de tu amargura,tu histeria
tu versátil hombría
generosa actitud de bien
al prójimo y otros seres indulgentes
que van a dar al mar.

Los leones te miran ahora
viste,con ojos tiernos y melosos
disfrutan después de reunidos
las divisas partes del trueque,
acordados los tratos en moneda
sana para no herir viejas
suscepitibilidades ecuménicas
que arrastran trasnochados
popes con cruces falsas sin saber
que muchos credos caducan
como el vicio;ahora dibujas
volutas con tu cigarro,eres libre
de comerte la carne misma
que desea y desarmarte limpia,
prestamente,a disposición entera
del verdugo sano con carnet
de turno,pero no,viste,los leones
te digo no existen.

Pobladas las calles de ellos
circulan alegres criaturas
con sus faldas levantadas,
no confieses reglas viejas arrumbadas
que despiertan ecos sórdidos
en las mentes inclinadas
predispuestas a escuchar,a ver,
a oír, a sentir siempre la existencia 
de las fieras

Ya no están,no ves,te digo
no se encuentran en las camas
de nadie sino puros vestigios
de rumores,caricias
que no dejan huellas,pasos
perdidos por corredores
del sexo desatados furiosos
pero tan pronto muertos;
no temas,esas fieras,
no crecen en rincones ni suben
las paredes,reposan
sanas todas en la mente
de cualquiera,agitan sus bracitos
limpios en la carne sosa
de cualquiera,despiertan pronto
inconsecuentes en las ganas
de alguien,en la alcoba
de tus niños,en el semen
de sus padres,en la boca
de otras fieras.

No temas,mira,sólo es tiempo
de cambiar los libros,
esas viejas,enigmáticas señales
que esperan el fin,es hora
de levantar los brazos
y recorrer con disimulados
penetrantes y agudos ojos
los colores de esta nueva especie
de leones que se mezclan
y devoran que no dan pan ni aliento,
que nos alzan,crucifican,escupen,tragan
vida,estos leones flamantes,
civilizados;es tiempo sólo
de ponerlos con cuidado,
primorosos,condenados,
en la boca misma del desagüe,
en el cruce violento
de esa especie
sobrenatural de aves
que se nutren de carroña.


de Canción Natural,Editorial Sudamericana,Buenos Aires,1981


viernes, 19 de noviembre de 2010

LUIS BENÍTEZ (BUENOS AIRES,1956)



Una borrachera de Pico della Mirándola



Toda la habitación se mece:
"Como un tirreme en Rodas" comparó un divertido
Antes de errarle al borde de la mesa
Y caer al suelo que quedaba tan lejos,

Allá abajo,lejanísimo,entre nubes de risas.

"Debemos elevar al hombre",susurraba Poliziano,
Grave y a la cabecera como insistió y se empecinó
Su Magnificencia. Y Poliziano tenía los ojos entrecerrados
Y las manos distantes,volantes por el aire.

Sin duda era el girar del centro de la Tierra
Lo que se presentaba entonces con toda su belleza
Y el asombro estaba en deducir por qué
No se volcaba la vajilla,qué contrapeso
Latía en los labrados candelabros,
Qué clavaba las sillas
A la veteada petra serena de las losas,
Porque el placer de deducir,comparar y medir
- Sobre todo las fuerzas invisibles,
Ya no los "·poderes",las fuerzas
Que empujan los higos a salir
Por las puntas de las ramas,
Las fuerzas que van y vuelven del sol,
Las que inclinan las torres poco a poco
Y engastan firmemente los bloques de mármol
En las montañas,las que sostienen
A los pesados pájaros en la cumbre del aire -
El placer de deducir,comparar y medir
Es un placer moderno,lentamente refinado
Como una gota preciosa que siempre
Estuvo a punto de caer sobre el plato sonoro,
Sin otra ayuda que el esfuerzo de unos pocos.
Qué bueno es repartir cada día la cabeza:
Los miércoles bien temprano caminar
Por los alados senderos de la geometría,
Atento y cauteloso como un extraño
Que visita una a una las vertientes
De un valle salvaje.
Tener una tarde mórbida bajo el calor
Que no se sufre en el interior de un portulano,
El que guarde,todavía,las huellas no precisas
De compases que fueron minuciosos,
Y que la noche nos encuentre
Con una manzana verde en el regazo,
A medio vaciar la botella de añejo
(Como acostumbraba a esa hora Domiciano)
Reducido el mundo al incensado hebreo
Que se eleva,seguro de sí mismo,
De unas resquebrajadas páginas triunfantes
Como nosotros sobre el tiempo,
Aunque sea por un rato,de momento.
¿Qué otras inocencias puede permitirse un hombre?
¿O qué otras marcas puede hacerse en la cara?
Para todas las exaltaciones - lo siempre
Necesario,lo cada tanto imprescindible -
Debe suprimirse la comprensión
Del peso leve en el conjunto,
Pues el solo recuerdo de aquello,
Del gran agujero negro,del púlsar
Que te bebe basta para arruinar la fiesta.
Aunque con pesar los modernos debamos
Lamentarnos de no poder escribir
Una larga oda de maldiciones
Al que cien años antes plantó
La encina que casi nos aplasta,
Como podía Quinto Horacio,
Ésta sigue siendo una buena inocencia.
Y Lorenzo que comprende.
¿No es una segunda maravilla
Que alguien pague las cuentas?
Ese florín de oro sólo vale
Lo que pesa en sosiego.
Decirle a Rímini que venga
Y que venga Rímini.
Tomar un florín de plata
De una bolsa mohosa y ver
En su anverso reflejado
El arrugado grosor de unas velas,
Henchidas y ruidosas en su puerto de piedra
Y en el reverso el hombre que baja por la cala
Y que se vuelve y te mira con tu cara,
Antes de internarse en la marea humana
Que inunda la bahía con el parloteo
De su lengua,bárbara.
Esa lengua que dominaremos en el mes entrante,
La que se abrirá para nosotros como una fruta áspera.
Y los jardines de la India entre muros leprosos
Y el perro de jade que nos ha seguido
Desde Pekín,tasado inescrupulosamente,
Y que no importe.
Los rasos y las púrpuras posibles,
Caprichosos como la mujer de un cambista
Ante el espejo ,oscilando
Entre el jubón violeta y la camisa de hilo de oro
(Sin librea,por siempre sin librea)
Para acompañar al Magnífico
A las canteras de sátiros.
La humana bendición es que unas horas
Nos atormente sólo la duda entre un ropaje y otro.
Asegurarse todas las mañanas y también por la tarde,
Como apenas treinta años antes de la época
Se hacía con un rezo,
De que cuando el favor y aun la memoria declinen,
Y el temblor ocultado con vergüenza en lo público
Y negado empecinadamente en privado
Se pronuncie triunfante en las manos
Y mengüen,parejamente,la curiosidad voraz
Por la certeza y el fragor del cuerpo que la anima,
Cuando en el otro paisaje comience aquel crepúsculo
Y sonriamos estúpidos ante un plato de peras
Para luego,discretamente,recobrarnos,
Seguirá habiendo una villa donada por un muerto
Y servidores y caballos aunque termines inválido,
Un grumo de hombre que alguien lleva
Por corredores que son suyos en una silla de manos.
Que el respeto o la pública fanfarronería
Detengan la codicia de los herederos,
Para tal fin da lo mismo,
Y que de vez en cuando te visite un ambicioso muchacho,
Sin duda tan inteligente como pobre
Porque venció mil obstáculos para ver al maestro
Y que te oculte lo que ves de su secreto propósito
Y le perdones lo oculto.Bondadoso,desdeñoso.
Luego con tus últimas fuerzas ayudar al traidor.
Quiera el tiempo que sea digno,de tu sangre.
Y la alegría de volver,querido Pico,
Al mediodía por donde pasó todo esto
Como una nube negra y blanca,ella sí
Indiferente al pescado de Nápoles y otras viandas,
Merced a la enésima copa de bianco
De nuevo en la Toscana donde sonríe
El sol nervioso del presente,
Y que un tímido halagado por Lorenzo
Con su mesa y sus sabios te pregunte
Si es verdad que hablás y lees,soñás
Y escribís en diecisiete lenguas;
Un hombre feliz de la especie que cree
Que ser culto es conocer otros idiomas.
Aquel rotundo sí que duró tantos minutos,
Tu ocurrencia festejada ruidosamente
Por los comensales,no menos dignos del Banquete.
Y la expresión asombrada del buen hombre.
A los veintinueve años,grueso y alto y pelirrojo,
De tan bella y larga cabellera,
Tu catarata de síes te ocultó para siempre
La árida negativa de un cuchillo fundido por Cellini
Y mal lavado por una Giardi o Mondolfo,
Donde sonreía el tétanos y hablaba mejor que vos,
Aquel que llamaba a los griegos
Tras un encontronazo en Ilión.
Felices o infelices y siempre algo minúsculo
Viene a sacarnos del Brueghel,
También nuestra Caverna.


de Manhattan Song - Cinco poemas occidentales,Editorial El fin de la noche,Buenos Aires,2010



domingo, 7 de noviembre de 2010

CARMEN BRUNA (BUENOS AIRES ; 1928)




LOS ESPEJOS CIRCULARES EN CUYA SUPERFICIE SE PIERDE MI ROSTRO




Los espejos circulares en cuya superficie se pierde mi rostro
las arañas de la luz la mordedura de los contrarios
esa vibración de los cuerpos vivos en las comarcas transitorias
esa mirada sutil de las cenizas
todos los matices de la ausencia
que acuden para sollozar entre tus brazos
ese ritmo hipnótico del corazón
hundió en la materia algodonosa de los delirios
la sangre perpleja oprimida entre los opuestos
la imposibilidad de compañía
la ritual conmemoración que no nos rescata de la muerte
y esa transparencia ese hechizo
esa pavesa asfixiada por el rocío.



SER HECHO DE SUEÑOS



Ser hecho de sueños
las hojas nuevas son como vientres de niños nacidos en la espesura
aplanadas
tibias de azúcar
de tierno sol inaugurado
En los primitivos ritos
de las palomas rescatadas penosamente de la culpa
el amor ha muerto asfixiado por los pequeños crímenes
por la gran tristeza de la imaginación
que se quedó ciega
y omitió las torturas animales del espejo
inapresable Lilí Marlene
en el blanco ataúd de los bebés
sollozas quedo por el asesinato de los molinos de viento
y por las náusea de tu paisaje cuidadosamente eludidas
van a suicidarte en la espesura
van a cavar para siempre tu fosa en los almendros
se te han derrumbado las imágenes de las iglesias de la infancia
dios ha sido puesto en tela de juicio.



LAS MEJORES PALABRAS



Las mejores palabras
las palabras recién inventadas
cubiertas por ese musgo mojado
que crece entre las dos y las cinco de la tarde
por esa mano que se tiende impersonal y cautiva
hasta las oquedades del equilibrio
por esa semisonrisa implacable
que anticipa el hallazgo
de las límpidas ceremonias de la resurrección

en el universo perdido nos esperan
los que van redescubriendo las jeraquías del amor
el azar ciego atormentado y tan querido
ese tibio vocablo
que se multiplica a través de los días.


de La diosa de las trece serpientes,Ediciones Filofalsía,Buenos Aires,1986

miércoles, 3 de noviembre de 2010

RODOLFO SCHMIDT (ARGENTINA,1992)




LO QUE DICE  MI MAMÁ


lo que dice mi mamá
palabras,sí,creo que son palabras
actos,no propios
de un cerebro siempre alerta
alerta a las sirenas
al qué habrá pasado

lo habrán chocado
llamále amor,AHORA

Y el celular?
se  lo olvidó
y no vuelve,
es tarde.
Y si lo secuestro el de al lado?
escuchá,mirá

cantan Aurora,voces de comandantes muertos

se la cantan a él,

prisionero en la casa oscura.




EL BICHO


Escuchá,escuchá
dice un niño
lo miro,me detengo.
Escuchá escuchá,
el pajarito,
llora.




BOLETO PICADO


Le cuesta a los muertos entrar al cielo
y más si son días de viento
ya casi ni intentan
buscan algún monobloc
y se quedan a dormir
con las palomas.
Desde lo alto miran
lo que fueron
en la gente en el ruido
y miran lo que no son
las nubes
el sol
todo
en silencio.

sábado, 30 de octubre de 2010

HÉCTOR J. FREIRE (BUENOS AIRES,1953)



Ofertorio



La hoja de papel donde escribo este poema
es una blanca mujer que me lee el pensamiento.

En su espalda desnuda el cuerpo que grabo
se convierte en pensamiento insensible.
Tan solo un pequeño gesto
intentando ser.

Y,con todo,ese cuerpo es un lugar
donde nada muere:
tanto silencio resucitado
tanto tambor interior de palabras.
Sobre tu cuerpo muere el tiempo
y nace el deseo nunca serenado
de horizontes.
Tu cuerpo me envía la noche
cada día.



Más allá ( es de suponerse)



Sobre la vasta ausencia del mar,
el vaivén de una larga retórica de barcas sin velas
y el incesante viento que traza su círculo negro
alrededor de la bahía obediente.

Mientras,en ese instante
desde una ventana de hotel igual a tantas,
el animal doméstico de un hombre igual a tantos
recordará que navegar es necesario
y que desde la ventana todo es aburrido.

En días como éste,algún turista suele desaparecer para
            siempre
sin motivo "razonable".

..."en la ventana,unas grandes letras decían algo al revés"



"No Euclideano"


Incomprensible de vértigo
sólo un error de cálculo
o un imán de silencio
justifica su geometría.

Los círculos concéntricos de la mosca
sobre el olor inmóvil del jazmín
son un abismo lleno de luz y olvido.


de Motivos en color de perecer,Alción Editora,Córdoba,2003

domingo, 24 de octubre de 2010

EDUARDO ALVAREZ TUÑÓN (BUENOS AIRES,1957)



LA FUGA

 a Alberto Laiseca

No pretendas invadir los barcos que el tiempo ha destruido,
ni revivir objetos besados por los días:
La memoria que buscas ha partido con ellos.
Algo ha muerto con la mesa quebrada,
algo ha huido de las vencidas puertas
y es inútil hablarles de los pasos ya dados,
o de como bebías el agua por las noches :
Las calles,los ropajes y las casa no guardan lo vivido
y tu triste pregunta acerca de una tarde
es un humilde lago en el que te reflejas.
Mira nadie podrá decir "bajo este puente envejeció un hombre"
porque la muerte ha huido de la fruta que cae
y en lugar de esparcidos recuerdos,
verás la sombra de las ramas que su peso transforma
y creerás,con los muertos,que es tiempo de amor entre los árboles.
Nadie podrá decir "ha caído una fruta",
porque cuando la puedes besar ya está en el suelo,
y las adolescentes ocultan la caída,
esconden las estaciones en el cuerpo
y así la vejez de un hombre bajo un puente se pierde
en un húmedo ser que esperas en la tarde.
Como los viejos prisioneros descubro
que lo único que nos fue dado a imagen y semejanza de Dios
es su profunda soledad,
que lo que ilumina la tierra es una fuga,
que más allá del muro de los días,
lo anhelado y la muerte son una misma lluvia.
Acepta,como el viento,que el universo sólo es infinito
porque de todas las cosas parte lo que buscas.




EL CANTO DE LOS DÍAS


Hay en la tierra maestros de la espera :
oxidadas campanas,abandonadas casas,cíclicos perfumes,
que enseñan a percibir el canto de los días,
a descubrir que el tiempo,como el llanto,
une y besa en las tardes los universos rotos.
Perdónale el no retornar a la ciudad donde todo era fruto,
el no saber,como la lluvia,que solo se trataba de caer,
de llegar a la tierra para perder el lugar de la partida.
Perdónale el no volver de las barcas de las adolescentes,
y su irrepetible danza en el húmedo fuego del verano y la muerte.
La caída de un sola hoja llena de espanto al mudo corazón del bosque.
Pero el canto de los días dulcifica la ausencia entre las ramas
y compone del caos la memoria de un árbol,
al que salva el recuerdo de los vientos finales.
mira,lo repiten los viejos que pretenden guardarlo
en cuerpos como barcos de maderas vencidas :
El tiempo nació para separar la niñez de la muerte,
acostumbra en su música a todo lo perdido
y ya puedes vivir en sus secretas calles,
aunque no vuelvan nunca las primitivas puertas de la tarde.
Perdónale el cuerpo fugitivo de las estaciones,
la tristeza de llevar en su ciclo
fragmentos de un amor inesperado y bello.
Perdónale sus ojos que destiñen colores
y siéntate a escuchar el canto de los días.
Comprende : Ni el hombre puede ser distinto
al extraño y callado lugar donde termina:
Con los cementerios descubrimos
que numerosas muertes crearon nuestras vidas.


de Antología Poética (1976-1991),Editorial Fraterna,Buenos Aires,1991

domingo, 17 de octubre de 2010

LUIS THONIS (BUENOS AIRES,1949)



ZOO BENÉVOLO


El zoo es tan bueno
mi mérito en qué sal
cándido sospecha,inflama
ácido el final que elude estas espinas
tan bueno como para susurrarlo de a poco
en un blanco inconquistable
de biografía cetrera
cien veces para uno y en una el ñandú
festonea intermitencias
islas rojas y mitigadas ergástulas
lid del lugar
diseño de tic
no hay animal ni higuera
ayer raíz y ya pelambre mansa


REMINISCENCIAS



Que el ruiseñor o cualquier pájaro más próximo
a ser lejano se atreva
nada puede hacer con la que amonedó los libros
muy en vano buscas la página
que no señale,miente,revele
la vieja virgen loca donde todo canto ronronea


ZENÓN POR FUERA


los arquitectos,desoyen,dicen,desdicen,los hombres,impetran
no hincar todo el diente en la idea del espacio
ni hacer leva de aire en el metrón del tiempo
tanta mediatción volvió invisibles los discípulos
su profundidad es ahora mensurable
por el pozo que una silueta cava en la nieve
mientras haya crimen habrá lapsus
el néctar permanece si el número es capaz
Nada pueden las víboras
coincidente y ya vegetativo
el otro es mos en bisección de recta
toda vez numismático a pesar del paso
ora el punto donde no importa término o consecusión
ora en la hora donde los hombres dicen,desdicen,impetran
el número es tan capaz que el néctar carece de sabor
cuando el abejorro zumba Zenón por fuera



de Siglo de manos y la criatura,Ediciones Último Reino,Buenos Aires,1987

martes, 5 de octubre de 2010

MARÍA PAULA ALZUGARAY (ROSARIO,1974)

 
 
es mi cuerpo

soma huésped, ignorancia de mí
primer objeto de conocimiento,¿manito de ustedes?
reser de un animal donante,
gana y recipiente, obediencia y ofertorio
capricho perecedero, producto culinario,
paquete, fogón, rebaño, motor, sanatorio,
obrero del espíritu, inquietud del gustar

cara de mi enunciado desnudo

cachorro eterno, corsé del lomo y mi energía
que acalora la dermis para el enamoro y su fuerza.

sólo la forma del alma lo embellece
esa es su oportunidad, su triunfo -para adentro,
me digo-.
   
Lugar oportuno, nido del tiempo
casa presente del arreo
maleta de mí, playa de mí, gruta
desaguadero, manantial
ahíta pulpa de entierros – para adentro…-

¿Por qué tumoriza esta carne?, si va buscando
convidarse como pan orbital, pan curativo
hasta el último poro,t ajo
última borra.


Des consuelo

Desesperada noche que no existe.
Grano de anís.
Lo negro siente nostalgia del tordo.

Loa mía
toda antorcha
en la oscuridad de Coronda.

Compañías

Al verano de dos mil siete
una noche se le apagó la luz
entonces salimos al patio
a contar cometas.

Al rato, acostados en el pasto
chiquititos y flotantes los astros
nos encendían.

Retrato de familia con jardín

El padre al centro,
pero al centro no hay nadie.

Nadie tampoco en las orillas.

Sólo un perro desdibujado por el hambre
oculta bajo una mata de ortigas
el cráneo de algún pariente no muy próximo
como provisión.
Fiesta simple

Amparando a la bestia caliente
de la siesta
un cuerpo flaquito de cabello cardado
sale a buscar un astro aborigen (o zapallo)
lo hierve y revuelve.

A toda prisa, por la mesa central
enero llega naranja
con pulseras de semillas escogidas y su dulce.

Es un idea de fiesta simple que tiene en Coronda

se animan a la plenitud,
les diría.

Alevosía

Atravesados
por el deseo bestial
                               de lo que falta
pasamos años
esperando momentos

hechizados en la carencia
como lugar de la creación

camino a ser humanos

… y esto cabe en una frase.


Demanda

¡Había puertas por mecerse!
¡Celestes veranos por atrapar!
¡La naturaleza y su regalo:
Lluvia  desplomándose sobre las hojas del banano!



 de Lo albergado,Edición del autor, Rosario, 2008