En la niebla
Me abrigo de esta noche y su consuelo,
porque los hombres van desesperados,
a quién sabe qué oscuras soledades,
donde nadie los ve ni los espera.
No hay espejos de pérdidas,ni ausencias.
Los años silenciaron los afectos
y sólo va quedando esta angustia sin cauce,
como un cáliz de sal por los ojos desiertos.
¡Ya no podré arrastrar este equipaje!
El andén es un páramo secreto
a donde acuden aciertos y requiebros.
En esta terminal,
mudo de tanto adiós a lo querido,
ciego de no ver más ni imaginarlo,
me apasionó el amor y me rozó la niebla.
A mis deudos de sombras
acompaña la brisa
en sus pañuelos.
Desconcierto
a Mónica
Yo creo que es así.
Digo,
porque sentir es algo de todo esto,
que va quedando en mí cuando la espera,
y me voy sin un fin a cualquier hora,
y vuelvo sin saber,acontecido.
Renacimientos
La mente está cruzando la frontera.
Después de la sequía la lluvia es tan hermosa
y el agua por el rostro
va marcando los surcos de la pequeña historia.
La vida ha sido buena.He amado en las tormentas
y he llorado sin mar y sin medida,
y cada vez igual y siempre nuevo.
de,El signo del crepúsculo,Editorial Dunken,Buenos Aires,2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario