domingo, 31 de julio de 2011

FRANCISCO BITAR ( SANTA FE , 1981 )



Sentate

Yo pago lo que tomés

Vivo allá
arriba del terraplén
por donde va ese auto
con los faros encendidos
y que deja al pasar
un lugar oscuro

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Aquel, con ese que maneja solo
y desde los asientos vacíos de atrás
una gran ola negra se levanta

Este es mi encare:
Se cree que el alma pesa poco
y yo digo: está hecha de una cera de primera calidad
que se consumirá por una de sus puntas
o sufrirá otro tipo de accidente
encerrado en su naturaleza

Hay un lenguaje que así: quemándose
pasa para el otro lado

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Allá,donde de tanto estar prendido
zumba el foco y alguien que no soy yo
levanta la lámpara


Por la puerta se filtra un viento
que pasa por abajo de la casa
y de tanto aflojarla durante años
la casa tiembla desde abajo.


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Me sueno los huesos de la mano
contra el lavatorio del baño
sin pensar, a lo sumo
como un perro

Tengo dos pesas de entrenamiento
y ejecuto todos los días frente al espejo
la rutina de un adoctrinamiento casero

una ración nocturna de sardinas frías
y el endurecimiento de un descanso prolongado
se suman también al rigor de la formación

Pasan unos patos por encima del baño
y sus graznidos entran por el ventanuco

No son aves migratorias,
son pájaros  de la isla
que si sobrevuelan la ciudad
significa que están perdidos,
que una extraña ráfaga de calor
los empujó ciegamente hacia la noche

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Ando desde chico en el tabaco
Ando en el tabaco antes que en mujeres
y antes también de andar en literatura :
el tabaco fue el primer aporte que recibí del mundo
En esa época servía
para estudiar el lugar apenas llegaba,
para quedarme callado ante lo que no entendía
de la misma forma que se dice, tanto en la juventud
como en la vejez, en la salud como en la enfermedad :
llego a mi edad con estos recursos
En mitad de la vida  ----- del futuro a lo posible ---
el cigarrillo acompaña la urgencia,
un desborde muy del momento
"él era el olor  endurecido del humo,
había que abrir las ventanas"
de tanto fumar,buscando con la parte actual
responder a la condición ciega del conjunto
Con el tiempo toda función declina
y una vez encendido el cigarrillo
no será el punto a partir del cual se prospere
Ahora por ejemplo,
estoy apoyado sobre la pared
que mañana recibirá todo el día a martillazos.


de El olimpo, El niño Stanton, Buenos Aires, 2010

miércoles, 20 de julio de 2011

PEDRO CENTENO ( ORÁN, SALTA, 1964 )



Pequeña cocina


¿Imaginás
mi pequeña cocina
sin la luz de tu mañana
cuando todavía duermo?
¿Imaginás
mi pequeña cocina
sin el beso de tu anaranjado sol
cuando se cuela y entibia
las tres sillas negras
la mesa blanca
mis sábanas frías?
¿Imaginás
mi pequeña cocina
sin la luz de tu tierno y anaranjado sol
(en fin)
sin tu luz
cuando todavía duermo?.



Una manzana negra


El mismo día del cumpleaños de mi sobrina Janet
(cuatro de enero)
murió mi padre
y yo vivía en el campo
con mis caballos y mi perro (el gonzi)
y no pude invitarlo a tomar unos mates
en el velorio sólo estábamos la familia directa
y mi sobrina puso una carta en el bolsillo derecho
de la luna oscura, grande, (como una manzana, observo Janet).



Desayunan juntos


Temprano
en la cocina del nuevo día (desayunan juntos)
_ me acompañas
durante el viaje hacia el trabajo
te acomodas en el asiento contiguo
y leemos (de manera minuciosa) los cuentos de Cortazar
temprano
en la cocina del nuevo día
comienza la ficción.

lunes, 18 de julio de 2011

RAÚL O. ARTOLA (VIEDMA ,PROVINCIA DE RÍO NEGRO, 1947)



Sorpresa

A la noche
al terminar de comer
repasamos la mesa
queda todo limpio.

Por la mañana
siempre aparecen 
miguitas
que no habíamos visto.



Jornada completa

Los hijos de mis vecinos
gritan como gallinazos roncos
en el momento del sacrificio.
No se entiende bien
si los castigan mucho
o buscan compasión
de la madre o de algún comedido.
Al mediodía
la escena se interrumpe 
bruscamente.
Dos timbrazos de bicicleta
anuncian el regreso del padre
y la mujer abandona su rudo oficio
de educar
para tirar con urgencia
algo de carne a la plancha.
La calma llega a la casa
con miradas torvas
y órdenes tajantes.
La sagrada siesta
del hombre
prolonga las horas del sosiego.
Después todo vuelve
a la normalidad.
Los chicos juegan
afuera,entre pelotazos
y envidias,piedras
e insultos
y la madre se dulcifica
al llamarlos
porque está cansada.
Cae la noche
se repiten los timbrazos
y el sueño devuelve fuerzas
para la batalla
de mañana.


Dao rojo fuego


Uno mira el cuadro
se conmueve, lo comenta
y dice : esta mujer es feliz
no pueden faltarle hombre,
mujer,vecinos,hijos
que la amen.
Uno mira el cuadro 
y le dan ganas de llorar
por uno mismo.
Después nos enteramos
que la autora ha pasado
malos tiempos:
estuvo internada
toma barbitúricos
y nadie la cuida.


de [TECLADOS], El Suri porfiado Ediciones, Buenos Aires, 2010.

jueves, 14 de julio de 2011

IGNACIO URANGA ( BAHÍA BLANCA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, 1982)



Oración a Karl Marx


El caso es que no puedo ni más empobrecerme ni
con mis contradicciones: no voy esta vez a pedir
dejar de padecer la plusvalía esta de cada día ni
evitar enajenarme, así en lo real como en la
consciencia; sin ir más lejos “trabajo”, siendo
apenas un número “que les dean trabajo”, hoy
dijo el 054, denunciando la naturaleza exclusiva
del acceso a la lengua (ácido de la ría hizo la
zona industrial, y malformación en los peces:
dejaron el agua y tomaron el fuego los pescadores
artesanales: barcos enormes, de enormes capitales
capturan la fauna con métodos de avanzada allá
en altamar) El qué de mis palabras es como rechazo
abrir de un tajo incluso más vacío que el lenguaje
un espacio irrevocable entre esta escena que hoy
habito y la alta clase, para, en lo moral como en lo
político, sentirme liberado de esta dinámica económica:
lo que antes camino y vista al paisaje, ahora enrejado
y cientos de containers más control de prefectura (ni
gaviotas en el cielo ni cañas en muelle: manchas
industriales oscuras y feroces flotan sobre el agua
como aquellos que a lo lejos conquistan la marea
sometiendo a los peces y a las lanchas en el puerto).
Un filo decisivo honestamente es lo que busco, tanto
en lo real como en lo simbólico, contra esta salvaje
maquinaria que asesina: un abismo irreductible entre
mi historia personal y la alta sociedad


 
 
Soler 618


A juzgar por prejuicio o por mandatos establecidos
hubiera jurado eras analista, secretaria, mujer de
empresario, corredora de bolsa, doctora; sin embargo
evidenciando tu no ser de la ciudad, o bien poéticamente
embelleciendo la culpa, la vergüenza, soles a lo último
dijiste, porque hubiera semejado, en tu voz, al estruendo
del trueno o la ráfaga de rayo Ballantines night club, Jac-
queline: estás quebrada. Porque nadie va a pensar qué pasó
por tu corazón para que volvieras mercado tu cuerpo ni qué
cuando la no correspondencia entre forma y fondo quedó des-
cubierta, y devino la mujer que ahora te habita: estás social-
mente quebrada, Jacqueline. Ninguno va a escuchar que estabas
cansada de la espera en hospitales públicos, urgida por el ácido
en la sangre, que sólo querías cobertura social y mantel dignos
que el sacrificio está destinado también a la cirugía en Chile
y a tu tan necesaria luna, blanca, en polvo sobre la mesa  




El lenguaje animal



Sin el mínimo esfuerzo por aplicar como
principio lingüístico la cooperación, bajo
los fines de arribar con los naturales al
tan necesario diálogo entre los hombres
se da a la tarea, sí, la fuerza civilizadora
de imponer la gramática de las armas, la
sintaxis del rédito económico, sin reparos
ante la lengua salvaje: estas noticias por
la tarde, la Historia crítica en las manos
de la plusvalía, hasta que dos en el árbol
la lengua estallan de los pájaros: al graznido
de uno, otro responde: doble el primero
simple el segundo: eran cualquiera diría
míseros chillidos de una tarde común:
el disminuido, sin embargo, a la lógica de
mercado en los intervalos podría advertir
regularidades diversas de silencio, así como
diferencias sustanciales en cada canto: “hembra-
macho”, podríamos concluir, pero: también
con el oído puede la historia ser leída



de A-letheia,Trilce Ediciones,México,D.F,2011


miércoles, 13 de julio de 2011

MARÍA MALUSARDI (BUENOS AIRES,1966)



el orfanato
(selección)


mi lugar de arena un orfanato dentro esas niñas tensas que no fui niñas que no soy niñas que no habrá todas sienten lástima de mí cuando me exploran mastico arena en un rincón sin bordes ni horizontes y no me escuchan cuando canto





cuando canto es cuando muero y ya no sabré viajar de mí hacia mí elevándome en la bicicleta azul o en un poema antiguo trozos de niña en el bordado del mantel sus estridencias y el óxido donde bailo añoro música la arena del castillo deshaciéndose el baldecito rojo el mar arrebata la escritura y cuanto más moja más revela la desdicha esa hinchazón de la mañana sobre el labio




prefiero no mirarlos y olfateo su introspección la violencia de sus manos trazo grueso antes de vivir y apretar su serenidad de inciertos: niños cosidos a mi ropa tiritan desprecio mientras un colibrí introduce en la escena la hermosura los hilos del encierro en la luz




no me fortalezco sino en la llaga propia en la impaciencia de los otros en el desamor la lluvia la pérdida: siempre me espera el orfanato un poema cruel sobre mi condición



nunca podré dibujar la voz al final de mi orfandad he perdido el color: no podré pintar como no podré morir sin infierno sin música mis ojos en la arena son mis padres en los barcos cuando duermo se disipan cuando despierto se escapan






he quedado a mitad de camino entre la música y mi madre entre mis hijos y la empuñadura entre el filo y la libertad entre el poema y mi cuerpo entre el mar y el dolor he quedado desligada desamortiguada desheredante a mitad de camino entre la orilla y sus huéspedes





la oveja excluída (segunda parte)



la abracé hija enferma sentí su odio su lana rancia en la cara sé que perderá sus ademanes y sus vísceras ese abrigo fiel nunca usará para sus hijos ha caído horizonte como un parto muerto sobre mí me ha humillado huelo a madeja herida mientras ella bebe esquilándome: lo que le hicieron le hacen le harán reverbera en mí como una culpa antigua quién: ella o yo es la oveja excluida




he matado a una oveja en la escritura y la sangre husmea la caricia exacta me he convertido en ella abrazándola: mi infancia transitó un reino de ojos crispados condenando mi perpetuidad en la manada que acecha




he tejido con su lana mi muerte con mi muerte su infancia con su infancia mi aislamiento




se ha enfermado la palabra en mi cuerpo: cómo salir de este desarreglo de esta exclusión sin cabeza?







cómo buscar en la oveja el sentido de cada invierno doloroso en mi sábana




ha reemplazado el homicidio a mis ausencias? maté a mis hijos en ella? maté la muerte de mis padres muertos matándome? maté el dolor de todos los que amaban mi muerte? qué maté cuando maté a la oveja excluida?


viernes, 8 de julio de 2011

MERCEDES ROFFÉ ( BUENOS AIRES,1954 )




II.

Hay maldad
            Residamos al borde de la noche
Hay corrupción y mentira
            Residamos al borde de la noche
Hay mezquindad, malicia, engaño, alevosía
            Residamos a la vera del día
Hay pobreza y dolor
            Residamos a la vera del día


Residamos la noche a la vera de la noche
Residamos la noche en el seno urgente del día


Hay mal, hay fraude, hay sombra
Moremos
            en el estallido del día
Moremos
            en el seno de la noche
            en el fétido seno del mal     contra el mal



III.

No hay distancia
la distancia es fuego
No hay distancia
la distancia es humo y cenizas
la distancia es espejo
es la tierra que pisas
la distancia es mi rostro en el espejo
tus pasos sobre tus pasos
sus cenizas sobre tus cenizas


No hay distancia
Soy ella
soy la insomne
            la reeencontrada maltratada en el desierto
soy sus ojos
soy su espejo
soy su distancia de mí y de sí misma


No hay distancia, hay ceguera
No hay distancia, hay reencuentro
No hay distancia, hay distintos colores de desiertos
mares               de distintos colores
hierba              cielo                 noche
del color distante del tiempo


No hay distancia, hay colores
hay desiertos


Hay casas y hay escombros
hay casas allanadas y casas demolidas
hay tiendas, hay iglús, hay tepes
hay lofts hay búnkers hay palacios
hay ranchos hay taperas hay ramallah hay veneno hay títeres hay soplones
hay las siete ciudades de oro y el oro de los incas
oro en polvo    oro negro         oro
por aquellos que somos y no somos
oremos
digamos la oración, la palabra que falta
la cifra el número         la clave
residamos la noche en la pura presencia

porque sentir es más que ver y más aun es fundirse


hay que volver
hay que volver atrás
hay que volver atrás hacia delante
hay de desovillar la madeja del tiempo
hay que volver al futuro
hay que volver a la masa azul noche estrellada
donde éramos luz
minúsculas partículas de luz dispersa
en el seno de la noche
hay que volver
hay que desovillar la trama de esta noche
Disolvamos la noche
Respiremos
Un soplo
Insuflemos de luz la noche        de aire
Insuflemos la noche de noche verdadera


No pasarán
No pasará esta noche
No pasará esta noche por el ojo de la aguja
No pasarán
los títeres los embalsamadores los escupidores
escupitajos esquirlas
de podredumbre
No pasarán
roña y sudor
armado
hasta los dientes

fauces
ratas
despojos portadores de despojo
infección portadora de infección


Cuzco              Tibet                Bagdad


Y esto caducará también.
No el mal. No el mal.
Sólo los nombres.


de Las linternas flotantes,Ediciones Bajo la Luna,Buenos Aires,2009

sábado, 2 de julio de 2011

FACUNDO MARULL (CARCARAÑÁ,PROVINCIA DE SANTA FE,1915...SE DESCONOCE SI HA MUERTO Y EN DÓNDE Y PARA QUÉ)



TRISTE


"go home angel".Thomas Wolfe




Ya no tengo mi casa en Rosario.


Ya no sabría donde volver con mi mal humor
ni en qué sitio dejar la moto;
ya no tengo ni una silla en Rosario,
ni perro que me ladre,
ni el umbral de una puerta para sentarme a lamentarlo.
Ya no existe el hombre que odié
y que me odiara;
ni la esquina, ni el farol,ni la pared
que me amaba.

Ya nadie me envía una carta,ni recorre los almacenes buscándome,ni me espera con la boca pintada,ni lamenta haberme conocido.Ya no recuerdo que tranvía pasaba por el túnel de Sunchales,ni la casa de Arroyito,ni a Katouchka,ni el perfume de su cama,ni en qué balde enfriaba el vino,ni qué mentiras dije junto a su cuello hace tantos años que ni recuerdo; ya no recuerdo si hablé para decirle aquello que era mi propósito decirle (que he olvidado) cuando la encontré con la flor anaranjada en lo cabellos, o no lo dije.Ya no recuerdo en qué lugar dejé mi alma para descansar de ella,pero debe estar en Rosario, al abrigo de mis tonterías.Ya no recuerdo mis poemas,ya no recuerdo mis penas.

Habrá llovido mucho en mi ausencia y en las alfombras que se olvidan en el patio,
habrán colgado nuevos luminosos,
habrán nacido generaciones de poetas,de talabarteros,de chiquilines sin porvenir que juegan en la misma calle donde solía caer botrracho junto al árbol que abrazaba y a veces veló mi sueño y ahora sobrevive a la pena de nuestra separación;

en el rosedal del parque habrá muerto más de una monja
más de un cisne
más de un suspiro;

las pequeñas que me creían un tío bueno,se habrán cansado hace tiempo de esperar,de sus críos (que llaman tío a otros) y del marido;

Habré abandonado la memoria de mis antiguos amigos ( una tarde salio Sender del Paraná como si fuera un náufrago o un experto y,con el agua hasta los tobillos,levantó la mano igual que Zeus en el momento de ordenar: "Basta de guerra en Troya" - pero era un saludo de amigo,de amigo del amigo un poco más que pobre,tal vez un poco más que un poco más que pobre,aunque yo tenía en Rosario la casa que ya no tengo)


habré abandonado las intenciones de mis amigas(porque a veces tenía una muchacha - como ahora- y a veces no tenía una muchacha) y el rencor del hombre que me odiaba y murió y se fue; (ya debe andar lejos si ha llegado a donde se lo deseara)
habré perdido mi acento de Rosario
y mi sitio en todas las partes,
y el mismo tiempo que habría perdido en mi casa de Rosario,que ya no tengo,con cualquier muchacha de allá o la que tengo;

(perdí bodas de amigas y funerales de amigos,mitines y altercados de matrimonios de los que era allegado,perdí una noche entera con B.a punto de perderme) habré perdido mi corazón si aquellas muchachas
no han sido cuidadosas con él.


Pude volver,pero no he vuelto;


pude haber muerto
y no volver,pude ganar una fortuna y no volver;
o enamorarme
o perder la razón
(que puedo perder) y no volver;
hasta pude decidirme a partir
y partir,
y haber partido
a partir del mismo Rosario cuando partí sin llevar mis cosas porque tenía allá la casa que ya no tengo y porque ignoraba que partía al partir;

puedo no volver pero


el viento que aulla en las esquinas llorándome perdido y el barrilete que instaura su osadía en el azul del cielo y la pequeña que deshoja una flor silvestre y el rapaz que apedrea una vidriera y el pájaro de la plaza Pringles,están poblados de mi ausencia.
Esa ausencia es como si yo hubiera regresado,como si estuviera de vuelta en cada rincón donde dejé un poco de amor.


Cuando lo haya perdido todo regresaré.
Quiero decir ya no volveré a mi casa de Rosario que no tengo,ni al corazón de sus muchachas,ni la casa de los amigos que me olvidan; miraré desde el insomnio de las estatuas a los nietos de sus hijos y al biznieto del hombre que me odiaba,comentando el infortunio de los poetas de Rosario.


(Como si yo fuera otro Facundo Marull,descanso el brazo sobre los hombros del que soy y los dos -Facundo Marull y yo- escuchamos llenos de compasión al Facundo Marull que ya no tiene su casa en Rosario).

Y es triste,en verdad,es triste.



de Las grandes palabras,Montevideo,1966. Según la versión que aparece en Ciudad en sábado,Facundo Marull, Colección Biblioteca La Capital, Diario La Capital, Rosario, Provincia de Santa Fe, 2009.