jueves, 21 de abril de 2011

JAVIER ADÚRIZ (BUENOS AIRES,1948 - 2011)

El nadador


Las últimas piletas son agrias.Llueve
tanto o más de lo pensado,aun
cuando los jazmines revienten
y las enredaderas se aúpen a los árboles.
Creeme...,no se puede creer.Los huesos
hablan y el animal afina por debajo
una canción indescriptible.Igual,
no se quiere dejar de sonreír.
Hay algo en los recuerdos,vale decir,
en el seco ahora,en el puro y desaforado
ahora,que no importa demasiado
si el resto se vuelve confuso y breve,
fragmentario.Lo interesante está aquí,
en este aquí del tiempo,aunque la casa
finalmente esté sola...o vieja...o devastada.

para Jorge Olivero

CARLOS LATORRE (BUENOS AIRES, 1916-1980)


Ciencia cierta


Un poema no se hace,
comparece;
va emergiendo como un islote que el mar pone lentamente en descubierto.
Un poema no dice nada de lo dicho ya,
grita,más bien,
como un apuñalado a quien el arma le revuelve las entrañas ferozmente.
Un poema no canta
ni encanta demasiado,
nos toma de la garganta como Jack,el Destripador en el estertor del consumado crimen de su negra imaginación.
Un poema no explica 
ni justifica,
nos somete como una borrachera desatada a medianoche en el estanco
de un burdel.
Un poema no hace luz
ni oscuridad,
sin embargo enceguece como el sol cuando se lo mira cara a cara.
Un poema es gratuito como un accidente
y comprometedor como un crimen sin coartada.