ALFABETO DE LA NOCHE Y LA LLUVIA
1
Desciende la noche con su alfabeto oscuro, con la niebla
fingida de sus costas lejanas,
con el otoño y sus grises cristales en la manos.
Desciende la noche sobre un secreto hálito,
sobre una arteria pálida de alargada simiente
con toda su sal de lágrimas
y la triste piedad de sus diluidas ramas.
Desciende en esta hora con su llamado ceniciento,
abriendo su portal de silencio a la plena caída del día
- ahora tan distante -
Desciende sobre el indefenso espacio de las sombras,
sobre las venas inmóviles del musgo
y sus ruinas de luz sobre las hierbas.
Desciende también a través de la infancia,
sobre un perfil confuso
a morar sobre distraídas ciudades
con su vaporosa vigilia sin memoria
- esa pausa celeste de ráfagas lloradas -
que sus manos trascienden del olvido.
Desciende la noche.
Desciende sí sobre el enjuto rostro de tiernos ventanales,
con su leve sudario de tinieblas y sus pavorosos jardines.
Desciende por la huella innumerable,corporalmente huída,
con sus amargos dioses
y sus disueltos arcángeles de espanto.
Desciende también sobre el aire denso o la humedad
mortuoria
desciende a la llanura de la sangre son su fábula de místicas
alturas,
desciende hasta mi tacto con su lápida de polvo callado.
Desciende la noche.
Desciende la noche hasta mis ojos con su faz incorpórea
y sus frutos de pulpa siniestra,
desciende hasta mis manos con su claustro de estrellas,
desciende con sus ramos de mármol en los patios,
desciende velar el solitario margen de las cosas
- la silenciosa hiedra que por los muerto crece -
2
¿Qué garganta de luz la atrae en esta hora?
¿Qué dolorido pájaro presagia su aventura terrestre?
¿Qué sideral contacto la estremeces?
Vuelve en despojo húmedo con su equilibrio abstracto sobre
el agua.
Vuelve a la tierra.
Vuelve a la tierra por la incorpórea lava de sus lágrimas,
vuelve callada con su secreto palio de cristales.
El vaho de mortales raíces asciende ahora
- tristemente -
por su mejilla móvil,por su mejilla de lluvia,
resbala por los grifos callados de sus venas,
por los martirizados huesos de su vital lenguaje.
Vuelve a la tierra.
Vuelve a sus dóciles poros,
a su crecer incesante,
con su perdida rebelión de légamos,
vuelve con sus sordos despojos a herir el cansancio de las
piedras,
vuelve con su divisa momentánea,
con su aterido líquido desplegado en el césped,
vuelve a llamar con su acento musical en los tejados,
vuelve con su invernal sonido a caer dócilmente por los
muros.
Su caudal apagado,sus jóvenes espumas de fresca geografía,
su tiempo exasperado - sin orillas -
su derredor de ciénagas celestes!
3
Flota ahora con su música de nube deshojada,esparciendo
lentamente las semillas de grises vestiduras
flota ahora otorgando su brote mineral sobre las piedras,
su vaporoso polen desvelado,
su túnica suspensa,
sus mejillas,de pronto,pulidas por el viento.
Baja agitando los rastros de inmóviles raíces.
Baja la lluvia.
Baja con sus clarificados espectros.
Baja hasta los pálidos caminos de la noche.
de Ritual de la ceniza,Ediciones Letras y Biblioteca de Córdoba,Córdoba,2010.
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