El abra de Tolima
En las montañas de Tolima
hay un abra escondida
que devuelve con creces
la palabra empeñada,
no es que sea
un eco exactamente,
solo responde monosílabos
y odia
que repitamos las preguntas.
En el cementerio de Seclantás
Vemos la fachada encalada
de una iglesia del s. XVII,
una portada blanca
sin iglesia detrás,
una postal ruinosa,
sostenida por tirantes
para la foto.
Los muertos son pacientes,
nos dice el cuidador,
no apuran la restauración,
y a los vivos,
tanta belleza para este sitio
los tiene sin cuidado.
Cabo Rojo
Ingresamos al corazón del Cabo a paso lento,
en pleno verano,junto a una nutrida
columna de lugareños. Banderas en alto,
puños cerrados,frentes limpias al sol.
Marchaban entre cánticos,gritos y apelaciones,
cerca del mediodía.Todo era un jolgorio,
pesado y contagioso. Raudamente
estacionamos el vehículo y decidimos seguirlos,
contagiados de fervor.Cuando los divisamos,
ya silenciosos,cansados,
a la vera de un parque,alguien
megáfono en mano,daba indicaciones
para que descongestionen rápido el lugar
y pasen a retirar la paga.
de Pueblos fugaces, Libros de la talita dorada, City Bell, Provincia de Buenos Aires,2012
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