jueves, 9 de julio de 2015

DANIEL SAMOILOVICH (BUENOS AIRES,1949)



COLÓN

El Almirante cuenta en su diario
que para no asustar a los marinos
en el cuaderno de bitácora anotaba
cada noche algunas leguas menos
de las que había recorrido.El truco asombra
por su ingenuidad,no parece seguro
que la tripulación midiera en leguas
y no en días su espanto ante el océano.
Más probable parece que el propio Almirante
retrocediera de noche lo andado en el día
como si una negra fantasma le dijera
volvé a casa,paloma,volvé a casa
no hay Asia ahí,ni Indias ni Cipango,
sino un infierno o paraíso
que va a disolverse apenas lo toques.
Deja que sueñe esa tierra un siglo más:
cien años más,quedate en casa.


BACCARAT


Cada año a mediados de mayo
celebramos el día en que nos fuimos de Egipto.
La mesa está cubierta de cosas raras
que tras las fiestas desaparecerán
hasta el año que viene.Son
el fruto amargo de la esclavitud,
los dátiles de la tierra prometida,
el pan que los fugitivos no tuvieron paciencia
de esperar que fuera pan.Mi abuelo traduce
de un libro en francés el relato de la huida,
los dos hijos mayores tienen sus propios libros,aportan
aquí y allá un dato,una precisión.
Pero al pasar por los caireles de cristal
la luz de la araña pierde su calma aparente,
una línea irisada toca los rostros cetrinos
y se enfrentan de pronto tres versiones
de las plagas que castigaron la soberbia egipcia :
si eran langostas o cuervos o ratones
los que invadieron los poblados,
si fue con cal o con sangre de oveja
que Yhavé marcó las casas de los judíos
para que la Muerte se detuviera en el umbral.
Van a buscar más libros,traen diccionarios,
la fiesta se despoja de su traje familiar
para devenir ardua reunión de cabalistas.
Las hijas protestan,
los chicos estiramos las manos hacia los postres.
Confusa,desairadamente,
surge del caos una versión de compromiso.
Los tres la dan por mala y el rencor
precipita el fin de la lectura.Cada año
prometen llegar al siguiente
con un texto perfecto,por suerte no lo hacen,
la fiesta nos hubiera parecido una herejía
sin aquella batalla
ritual.


LA CASA DEL TIGRE


Tenemos una casa en Sudamérica.
Aquí están los perros sin dueño,
el río,las palmeras,el verano,
el arbolito enmarañado
de las rosas silvestres,
las luces diagonales en otoño.
Acá vino a parar la ropa vieja,el silencio
los vasos desparejos,
los miembros más longevos
de razas diferentes,hermanados
por el azar,por un descuido de la muerte.



de  El Mago y otros poemas (Ediciones de la Flor,Buenos Aires,1984) según la versión que aparece en Rusia es el tema - Poemas reunidos 1973-2008 ,Ediciones Bajo la Luna,Buenos Aires,2014



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