lunes, 2 de enero de 2012

GABRIEL ROEL (ENTRE RÍOS,1971)



Ciudad de México
 
 
IBICUY

Una lancha más del Tigre
invariante se arroja
Brazo largo del mar.
Libado encalla tumba lata.

Toda fronda de agua
amarronada
aguas abajo
campo desarraiga.


NAYARIT

Aguas las olas.
El mar desparramado.
Viento a golpes de roca.
Despuma el cielo hebras visibles.
El sol aroma del salitre, perla los labios.
Y ondula, el horizonte deja de ser una palabra, lo que nombra.


ALONDRA

Siesta que dora el sol de pastos secos.


TRAMONTO
                                                       para Andrea Zanzotto

Hay una breve edad que parte a
ningún lado aquello que irrealiza.
Realidad, mano y espejo.
Cruenta mente a chispazos
de ripio en fiasco a empeños desgraciados.
Lo objetivo es invento de canallas.
Lo ileso bruta arena de sombra.
Flama y opacidad, escama del naranja
en corazones de gajos rojo del ocre.
Quienes mellan acopio a las mortajas.
El alba sin subsidio ni súbditos
tiende al aparecer los territorios nada en caudal en léxico de leguas.
Librada carne al verbo del veneno exilio en los desmadres del pronto.
Postrero aquí este donde solo la sal sabe o lúcido el sabor es fruto y maravilla.


KANJI

Del mar sal perfumada. Jícama y brisa.
De la Roma a Condesa. Ello que traza, recorre.
Tao de primavera sin viceversa.
Irreversible y sábado.
La noche de ella es aladelta.
Rodete de Utamaro son las Olas.


LA PUPILA DEL CERO

La hora del ahora es una plaza.
Deseo. Piedra libre del fuego sobre el cielo.


CHAPULTEPEC

Hilo de hilos el bambú.
Sombra de rama de ramales.
Entre medio, bambúes de los rastros.
Panda y pulgar. Lo inmediato es
de los paraísos vaciadero,
ventiscas de lo mismo.

Esa miel de la bestia bien cercana.
Carne que lo lejos luego asentada de mirar
guarda. Enigma en des-invento
que el niño conecta.

Lentitud que adora y lento pasa el tiempo sin permiso,
día.
Luz,
sin luciérnaga, noche de los grillos.
Lengua de oriente del calígrafo.

CORONDA

Tanteada de la noche en las flores.
Titila en ocres rojos sobre obscuro.


VILLA SANTA RITA

                                       para Mauro Lo Cocco

Parentesco, despacio, parecidos de familia, dijo
Wittgenstein. Pero Bild fue figura, mejor dicho, retrato.
Porque el poema desbarata los catastros.
Ni falso es lo que anida lo mejor de las mentiras.
Eso es la buganvilla, cerezo sin traductorado.
Todos salvo unos pocos somos adoptados. Allí donde
eso era dijo otro, lo que se dice coloquio pertenece a
la lírica que no dejo al saber interponerse espejitos de
agua en pavimento de academia. Estricto sensu de oro
hecho de barro sin becerros. Amaine de deslices donde
agalla agarrarse, servirse por escrito al magro.
Siglo de oro sin bardas ni barandas en calendario de historia
sin mayúsculas. Insistencia es destino que rasga lo que pela
toda demora asunto de anacronía y motor de lo que importa.
Colombres fue ese patio verano discontinuo de Salguero.
Experiencia raíz arrebatada a los límites de la ciudad trazada.


ROSAMONTE ESPECIAL

La yerba, versura del sorbo,
ara la hierba del hábito.

Lengua de cedrón mientras la noche
es un árbol lauráceo.


MI MASTRONARDI

Antes del ante
El mar es otro día
En el linaje.


SURF

Tus labios empaparon
mi cuerpo
como papel de arroz
el caramelo de jengibre.


ENTRE RIOS

Una perla de azúcar
arrancada de coral a las gaviotas.
Desierto o sal en el pago de arcilla
de la paga que nombra
y toda orilla pertenece a la lluvia.

Ni primera ni última, la palabra.


de sus libros inéditos Parque México; Sine ; Linaje

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