VI
Corre la línea recta
la del corazón cuando se acaba
de latir
es extraño
que siga la vida con tanto esplendor
y
me incluya
XVI
Toda la noche
cayó la lluvia
me despertaba para oír
correr
los sueños
como en una acequia
XXII
No siempre
cae la ira de dios
arrancando las señales del camino
más bien
somos
pequeños simulacros
el aleteo de yeso
de un pájaro
en la cornisa de un monoblock
en el hilo de una línea telefónica hundida en el agua/
de la llanura
la rabiauna ola mansa
de La puntada invisible - Ediciones En Danza - Buenos Aires - 2016
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