Como noche y día
Todas las noches dejo sola a mi cama
como si trabajara de sereno
y volviera al otro día,
a hacerle la siesta.
La encuentro tan fría o tan caliente
bajo el techo amenazador,
que me culpo por las noches
que le hago pasar..
Cama cerca del techo,
¿dejada a esa altura por un sueño
que tuve con ella?
¿Qué espera?
¿Que la ponga en la tierra
como a las tablas de una tumba?
¿Que retome el sueño
que quedó entre los dos?
Preguntas por mirar un techo.
¿A qué hora se despierta mi cama?
¿Cuando vuelvo o me voy?
Mi cama es un suspenso
a la altura de un dios.
Día y noche coinciden en ella.
Es mi horizonte,el vapor del buey,
alba y ocaso de la vida es sueño.
Cama soñada por los que trashuman
diásporas a ras del mundo,
opia de pueblos,
camalota,
hay un momento de agua en toda cama;
mi cama toda,qué fe me das cuando me estoy cansando,
harto de mí,pasado de otros.
Yo te ofrezco mi cuerpo
y me voy a dormir;
cama que me desprende de la carne,
cuida mi ofrenda hasta que vuelva
y despierte tendido
como si siempre hubiera estado allí.
Da cuenta de mi alma,
que me he rendido.
Sé noche para el día.
Los Beatles dentro de un llavero
Era un llavero que traía adentro a los Beatles.
Mirar por el visor,
fue ver un invento por primera vez.
Los tenía delante,los Beatles
contra la larga luz del campo.
Era un llavero y yo sin llaves
con que abrir un secreto
salvo esa foto de los Beatles,
vestidos de negro :
sus sombreros me daban fe,
parecían rabinos,
había ritmo en su quietud.
Yo qué iba a saber quiénes eran.
Ellos podían cantar en campiñas,
en un inglés que sonaba
a tendidos eléctricos;
yo estaba en otra época,
ignorando el mar
y el verso:
"tú tienes el total de mí"
No,mi vida pasaba
por hablar como un loco,
sin saber de nadie,como no fuera
una noticia (o dos)
de los Beatles cantando en un castillo,
desafiando a una reina,
cantándole en su contra
¡y delante de ella!
No en el campo
donde yo estaba,sin llaves,oyéndolos a veces
en una radio con descargas,
los Beatles cantando en las tormentas
la canción desdentada del castillo embrujado
entre un ramaje que se quiebra
y un resplandor que empuja su sombra
a los rincones.Qué historia.
(El llavero venía con un cuento).
Llegaste del pueblo con esa novedad
y yo,que aún tenía
memoria de arena,
me dispersé entre tus palabras
que me hablaban de cómo ver lo que traías.
Guiñé un ojo cuando me lo diste
y ver la imagen fue asomarme
a una distancia por siempre inalcanzable,
y no vi otro detalle que eso mínimo
que se puede admirar de un regalo,
el gesto de halagar y complacer.
Lo vi a tu lado para siempre,eso sí.
No recuerdo cuando lo perdí,
que fue del llavero inútil.
Debí aburrirme pronto.
De es lo que no sé,Ciprés Ediciones,Córdoba,2010.
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